Pages

martes, agosto 29, 2006

Enseñalo a Dedicir


Enséñale a decidir
Por Silvia Cándamo / El País

Hay pequeñas decisiones que los niños deben empezar a tomar a partir de los 4 ó 5 años. Hacerlo es una manera de madurar y de descubrir que no pueden tenerlo todo
Te has dado cuenta de que tu hijo ya tiene una personalidad lo bastante definida para demostrar sus gustos, exponer lo que le agrada y lo que no y optar por una posibilidad o por otra, sabiendo que se queda sin lo que rechaza. Dicho de otra manera, ya tiene capacidad para tomar pequeñas decisiones. Y es muy bueno que lo haga.
No pienses por él
En algunas familias, los padres tienen la costumbre de decidir siempre por su hijo. Por ejemplo, en un restaurante, en vez de preguntarle qué prefiere comer, no le dan opción y piden al camarero directamente “un filete con papas fritas para el niño”, sin saber si al pequeño, en esa ocasión, le apetece más un pescado.
Esto es nocivo para los niños porque sin darse cuenta se hacen demasiado dependientes de los adultos con los que conviven y porque, al ver que no cuentan con ellos para nada, dejan de proponer iniciativas y se convierten en seres cada vez más pasivos, algo que, si no se remedia, puede prolongarse hasta la vida adulta.
Como ves, es muy importante que animes a tu hijo a exponer sus opiniones (sobre el color de su ropa, la fruta que quiere tomar, cómo le apetece decorar su habitación...) y a participar activamente en algunas cuestiones familiares (¿celebramos el cumpleaños de papá en casa o en algún otro lugar?). Si es posible, respeta su elección. Y si no, que al menos vea que la has tenido en cuenta, antes de tomar tu decisión final.
Échale una mano
Pero todos sabemos que decidir no es fácil. Por eso, para que tu hijo no se eternice cada vez que tiene que elegir, o para que su elección no sea descabellada, tienes que limitar las posibilidades entre las que puede optar a dos o tres como mucho. Por ejemplo, si vas a salir a la calle, pregúntale: “¿Qué sandalias quieres ponerte, las azules o las rojas?”. Para no discutir con él, desecha previamente las opciones que no son oportunas (los zapatos del colegio o los de salir).

0 comentarios: